FIBROMIALGIA: Cómo es vivir con dolor crónico

por Marketing FFI Group en September 05, 2022
“Imagina por un instante que un simple abrazo te genera mucho dolor físico.
 Ésto es vivir con fibromialgia.”


La fibromialgia no fue reconocida como una enfermedad hasta 1992, aún no tenemos muchos datos que expliquen sus signos, síntomas, causas y consecuencias. No hay exámenes que concluyan que una persona tiene fibromialgia, los médicos suelen asociar los síntomas a otras patologías.


Se trata de un dolor crónico difícil de diagnosticar, se estima que alrededor del 6% de la población mundial lo padece, estas cifras incrementaron después de la pandemia por covid 19, que desencadenó diferentes trastornos en toda la población, consecuencia del encierro y las nuevas modalidades de teletrabajo.





¿Cómo puedo saber si tengo fibromialgia?


“Cerca del 80% de las personas que sufren de fibromialgia son mujeres mayores de 35 años. ”


Es un trastorno que se caracteriza por un dolor musculoesquelético crónico que por lo general se manifiesta con problemas de sueño, de memoria, estados anímicos bajos y fatiga. Se cree que cualquier situación de estrés físico o psicológico puede desencadenar en una fibromialgia, incluso se ha comprobado que puede ser consecuencia de accidentes o enfermedades crónicas que generan un fuerte impacto emocional. 



Se ha identificado cómo el cerebro de una persona con fibromialgia percibe con mayor sensibilidad el entorno y le produce más dolor del real. 



Sintomatología más frecuente:

  • Dolor generalizado, crónico (más de 3 meses) y constante.
  • Fatiga, la persona duerme con normalidad pero no descansa, se siente cansado todo el tiempo.
  • Dificultad cognitiva para prestar atención y almacenar memorias o recuerdos.




¿Cuál es la importancia de los factores psicológicos?


Entre el 60% y 70% de las personas con fibromialgia tiene síntomas mentales. Esto se debe a que en el cerebro, la zona que percibe el dolor y las emociones que sentimos es la misma, por esta razón es normal que este padecimiento se presente de la mano con enfermedades  como la depresión, la ansiedad o el insomnio. 


Además, cuando una persona presenta fibromialgia, su umbral del dolor disminuye, por lo que va a sentir con mayor intensidad los dolores, por lo tanto, es de vital importancia manejar las alteraciones en el estado de ánimo de los pacientes.




ROMPE EL CICLO


Cuando una persona siente dolor osteomuscular o en sus articulaciones, no se mueve en absoluto por miedo a aumentar el dolor, sin embargo, debemos romper el ciclo de la inactividad física.


Si evitamos el movimiento, cada vez vamos a tener menos condición física, los síntomas empiezan a empeorar, se intensifican los factores psicológicos y terminamos en un ciclo de inmovilidad por miedo al dolor.


En el momento en que empezamos a volvernos más activos, nuestro cuerpo empieza a funcionar con mayor normalidad y se estabiliza, el ejercicio físico es antidepresivo, ayuda a nuestro organismo a nivelarse, y tiene numerosos beneficios que ya conocemos, en este caso, no es la excepción. 




¿Cuál es el mejor tratamiento?


“La mayoría de las veces se trata de una situación de estrés físico o psicológico que desencadena la fibromialgia.”


No se trata de un padecimiento que se enfoque en el dolor, es una serie de síntomas difíciles de llevar, problemas que terminan desencadenando en otros, es por eso, que se debe evaluar al paciente y ver de qué forma ha afectado los diferentes campos de su estilo de vida.


Las recomendaciones generales:
- Practica ejercicio de forma regular.

- Cambia tus hábitos alimenticios y comienza una nutrición antiinflamatoria.

- Evita las posturas prolongadas que puedan desencadenar dolor.

- Reduce o elimina las situaciones desencadenantes de momentos que generan estrés.


La terapia psicológica es de suma importancia, el paciente se debe hacer consciente de su dolor y así mismo actuar en pro del alivio de sus síntomas, debe aprender a vivir con ellos y mitigarlos de la forma más sana posible.

 

Es un padecimiento desconocido en la medicina actual, todavía no sabemos muy bien cómo evaluarla y tratarla. No es una enfermedad degenerativa pero sí tiene un perfil que desencadena trastornos crónicos, por lo que la mejor opción es prevenir y en caso de padecerla, mitigar los síntomas mediante los cambios en nuestro estilo de vida.


Finalmente, esas situaciones que generan estrés, angustia, agonía, etc.. están directamente relacionadas con los padecimientos físicos de estas enfermedades, por lo que la recomendación final en este artículo es que empecemos por curar nuestra salud mental y a hacernos conscientes de la forma en cómo somatizamos las experiencias de nuestro día a día.

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